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¿Sigues fumando?
El tabaco sigue siendo una de las mayores amenazas para la salud pública que tenemos que afrontar actualmente. Con casi 6 millones de muertes al año en todo el mundo, de los cuales más de 600.000 son no fumadores expuestos al humo ajeno, desde las instituciones de salud debemos seguir incidiendo en la necesidad de atajar esta práctica tan dañina.
El tabaco mata lentamente
Debido al desfase de años entre el momento en que la gente empieza a consumir tabaco y la aparición de problemas de salud, la epidemia de enfermedades y muertes relacionadas con el tabaco no ha hecho más que empezar. El tabaco causó 100 millones de defunciones en el siglo XX. Si se mantiene la tendencia actual, en el siglo XXI provocará mil millones. Se prevé que si no se logra controlar, las defunciones relacionadas con el tabaco aumentarán hasta más de ocho millones en 2030. Está en nuestras manos, pues, el recordar constantemente los perjuicios del tabaco para lograr concienciar al paciente y su entorno.
El humo ajeno mata
Como ya se ha dicho, el tabaco no solo afecta a quien lo consume sino también a quien rodea a los fumadores. Por poner algunos ejemplos, en los adultos, el humo ajeno causa graves trastornos cardiovasculares y respiratorios (cáncer de pulmón), entre los lactantes causa muerte súbita y en las mujeres embarazadas ocasiona bajo peso del recién nacido.
Con la sociedad algo más concienciada de las consecuencias que el tabaco provoca, cada vez se impulsan más campañas en los medios de información, además de para reducir el consumo de tabaco para alentar a la protección de los no fumadores y para convencer a los jóvenes de que abandonen el tabaco.
La prohibición de la publicidad, la de fumar en espacios públicos cerrados así como los aumentos de los impuestos al tabaco son también medios más eficaces para reducir el consumo. Pero desde nuestras instituciones apostamos por la prevención del paciente, informándole y mostrándole las consecuencias que el fumar trae consigo.
Respuesta de la OMS
La OMS (Organización Mundial de la Salud) está decidida a luchar contra la epidemia de tabaco. El Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco entró en vigor en febrero de 2005. Desde entonces, se ha convertido en uno de los tratados más ampliamente respaldados en la historia de las Naciones Unidas y ha sido suscrito por 178 Partes, que representan el 89% de la población mundial. Este Convenio, el instrumento más importante la OMS para el control del tabaco, es un hito en la promoción de la salud pública. Es un tratado basado en pruebas científicas que reafirma el derecho de las personas al nivel más alto posible de salud, establece perspectivas jurídicas para la cooperación sanitaria internacional y fija criterios rigurosos en lo relativo al cumplimiento.
En 2008, la OMS adoptó un conjunto de medidas prácticas y eficaces para reducir el consumo de tabaco:
- Vigilar el consumo de tabaco y las medidas de prevención.
- Proteger a la población del humo de tabaco.
- Ofrecer asistencia a las personas que deseen dejar de fumar.
- Advertir de los peligros del tabaco.
- Hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio.
- Aumentar los impuestos al tabaco.
Finalmente, está en la voluntad de cada uno abandonar esta práctica tan poco saludable. Solo conociendo sus dramáticas consecuencias se puede tomar la decisión correcta.