BLOG
Protege tus ojos del sol
Al igual que debemos proteger nuestra piel del sol en verano, nuestros ojos también sufren por incremento de la exposición a la radiación ultravioleta; si no los protegemos adecuadamente aumentan los problemas oculares.
El sol y la radiación ultravioleta, la exposición al cloro de las piscinas, las elevadas temperaturas y la sequedad del ambiente debido al uso de aires acondicionados pueden producir daños desde los párpados hasta la conjuntiva, la córnea e incluso la retina.
¿Qué sucede en verano?
Nuestros ojos están más propensos en verano a padecer de conjuntivitis y queratoconjuntivitis. Pueden desarrollarse por reacciones alérgicas, química (debido a la sal marina o el cloro de la piscina), o infecciosa, ya que las piscinas es un lugar favorable para la transmisión de virus y bacterias.
El ojo seco, que empeora en verano debido al uso de aires acondicionados, también es otra patología corneal recurrente en esta época.
Además, una excesiva exposición al sol puede provocar la aparición precoz de cataratas y producir quemaduras a nivel de la retina; o si la exposición es de forma prolongada, favorecer la aparición y progresión de degeneración macular.
El picor, escozor, sensación de arenilla, lagrimeo excesivo, e incluso dolor ocular nos indican la presencia de algún tipo de conjuntivitis o queratitis; es común que se relacione con el ojo rojo o inflamación ocular. Estos síntomas pueden ser transitorios a causa del cloro o quemaduras leves, pero en caso de persistencia se debería consultar con el médico para encontrar la causa real y tomar las medidas adecuadas. En todos los casos se debe evitar frotar los ojos ya que esto causa un aumento de la inflamación y aumenta las molestias.
Protección para nuestros ojos
El uso de gafas que únicamente tienen cristales de color, pero no protegen de las radiaciones ultravioletas, es más perjudicial que no usar gafas de sol. Esto es debido a que, al disminuir la luminosidad, la pupila se dilata quedando por tanto desprotegida ante las radiaciones ultravioletas y sus consiguientes efectos negativos para la visión.
Lo recomendable es que los lentes tengan protección ultravioleta 400, que bloquea el 100% de los rayos UV.
Los niños deben protegerse de igual forma que los adultos frente al sol y la radiación ultravioleta, por lo tanto sí está recomendado que usen lentes de sol. No hay una edad mínima para usar lentes frente al sol; sin embargo se recomienda que durante los primeros meses de vida no se exponga directamente al sol al bebé.
Las lentes de sol para los niños más pequeños, además de tener en cuenta el filtro de protección ultravioleta, hay que fijarse en la montura y el tipo de cristal de los lentes. Debe ser especial para niños, que no se caiga, de material ligero y flexible, que tape bien los ojos y que no haya riesgo de que se corte la cara con los cristales en caso de golpearse.
Es importante proteger bien nuestros ojos en las piscinas frente a infecciones e irritaciones. Recuerda, si vas a nadar usa lentes de nadar o de buceo tanto en piscinas como en el mar y evita nadar con lentes de contacto puestos.